Si observamos la vida del ser humano en las ciudades, pensamos en crispación, estrés, tensión, agobio, competencia feroz, egoísmo, ruido, insomnio…
Lo que encuentras al mirar a tu alrededor está teñido de color gris…acero, hierro, asfalto, humo, tráfico, contaminación. Las relaciones humanas cada vez se van perdiendo más, dando paso a la creación de una realidad virtual, fría y sin emociones, donde la comunicación y el acercamiento con los demás, es a través de la tecnología. Claramente estamos cada vez más desnaturalizados, robotizados y desconectados de la Fuente Original, perdiendo a pasos agigantados la verdadera esencia humana; dejando atrás en el camino los verdaderos valores como: el Amor, la Compasión, Empatía, Solidaridad, Amistad, Respeto, Humildad, Gratitud, Bondad, Lealtad…
Nuestros hermanos Los Nativos Norteamericanos, nos recuerdan que hace tiempo que los seres humanos han perdido el contacto con la naturaleza, y es el momento de reconectar, de volver al origen. La cultura de los Nativos Norteamericanos es una de las que más y mejor ha estado conectada a la naturaleza, haciendo de este vínculo un modo de vida.
Existe una manera de vivir a la que los Lakota llaman “Caminar en la Belleza.” Se dice que uno Camina en la Belleza cuando tiene su Tierra (parte física) y su Cielo (parte espiritual) en Armonía. O dicho en otras palabras, cuando vive para el Espíritu pero con los pies en el suelo.
Con ello nos explican que la Paz llegará dentro del alma de los hombres cuando ellos reconozcan sus relaciones con el Todo, con el Universo y todos sus poderes, y cuando reconozcan que en el Centro de ese Universo está Wakan Tanka (el Gran Espíritu, el Gran Misterio), y que ese Centro es realmente “Todo lugar” dentro de nosotros mismos.”
Concebir al ser humano como parte de la naturaleza y no como su amo es una perspectiva más importante hoy que nunca. Parte de la enseñanza de los ancianos hacia los más jóvenes consiste en promover una cercana relación con la naturaleza y sus ciclos; de entender que a pesar de los avances tecnológicos y los problemas sociales, los seres humanos no forman una categoría aparte de la naturaleza, sino que su vida y su destino están íntimamente ligados.
Se hace cada vez más necesario y urgente salir del estrés de la ciudad y caminar entre montañas, bosques frondosos o sentir la poderosa energía del mar, aunque sea una vez al mes…Pequeños gestos que practicados con cierta regularidad pueden contribuir a aliviar la densidad de la rutina y mantener nuestro bienestar y equilibrio a todos los niveles.Podemos empezar cambiando las luces de los semáforos, por un cielo estrellado…
Perder de vista los rascacielos y disfrutar del placer de abrazar un imponente árbol; sustituir la pantalla del televisor, por la reconfortante visión de un atardecer. Alejarnos del mundanal ruido artificial y regalar a nuestros oídos los cantos de los pájaros, el sonido de las hojas mecidas por el viento y la melodía del agua bajando por el río. Cambiar el olor a humo, por las suaves fragancias de la hierba, las flores, la tierra mojada por la lluvia… Dejar de ir de un lado a otro aceleradamente y tener la capacidad de quedarse quieto y contemplar en calma toda la maravilla que nos rodea, desarrollando la capacidad de percibir tanto el paisaje, como lo que no podemos ver con los sentidos (la energía, la vibración y pulsación del Universo…). Sentir a un nivel profundo cómo formamos parte de ese TODO y como TODO está contenido dentro de nosotros.
Por ello la esencia de Wellthy111! está basada en las enseñanzas Nativo Norteamericanas (profundo respeto a la naturaleza, crecimiento y desarrollo de la sensibilidad y espiritualidad humana; conocimiento sobre cómo vivir en armonía con todo lo que nos rodea, tal y como hacían los “Antiguos”). Combinándolo siempre con ejercicio, alimentación saludable, meditación, música y cultura, para tener siempre en equilibrio MENTE CUERPO Y ESPÍRITU y Caminar en la Belleza. Volvemos al Origen….
LA REVISTA UNIVERSO HOLÍSTICO NOS PUBLICÓ EL ARTÍCULO “CAMINAR EN LA BELLEZA” EN 2019. MUCHÍSIMAS GRACIAS! AHÓ!